La gran oportunidad del agro en Colombia
El campesinado se ha
ganado el corazón de los colombianos, que comienzan a entender cuán importante
es recuperar la soberanía alimentaria.
HÉCTOR MONDRAGÓN*
Fuente:
Desinformémonos
Colombia. El paro nacional realizado
pacíficamente por cientos de miles de campesinas y campesinos, ha abierto la
posibilidad para que el sector agropecuario del país tome un rumbo diferente al
que le han marcado el modelo económico y las políticas agrarias de gobierno
tras gobierno.
El presidente Juan Manuel Santos
ha dicho que los acontecimientos vividos en estos últimos días han sido una
gran oportunidad para dar una señal clara sobre sus intenciones hacia el futuro
en materia de desarrollo agropecuario.
Algunas medidas inmediatas han
sido anunciadas para atender los reclamos más urgentes de los campesinos. El
gobierno restringiría la importación de papa, lactosueros, leche en polvo,
quesos, fríjol, arveja, pera y tomate. Se eliminarán o reducirán los aranceles
de importación de los fertilizantes.
Son medidas urgentes. Sin
embargo, si realmente se quiere ir más allá de apagar el incendio expresado en
los paros cafetero y papero, la movilización del Catatumbo, el paro minero, las
movilizaciones indígenas, la consulta popular en Piedras y el paro nacional
agrario, será necesario ir al fondo y revertir las causas esenciales de la
triste situación de la economía agropecuaria y del tejido económico rural:
1. Los TLC. Estos tratados
planifican a largo plazo la continuidad de las importaciones de países que
mantienen altos subsidios a su productos agrícolas y pecuarios; establecen
normas de propiedad intelectual injustas y lesivas, como las que han
determinado la resolución 970 de 2010 del ICA, que suscita tanto rechazo del
campesinado pues ataca el derecho del agricultor productor a reproducir sus
semillas; o como las que imponen un mayor precio a los insumos patentados; o
como las que permiten patentar seres vivos; o como las que imponen indemnizar a
las transnacionales mineras o petroleras si se modifican las normas generales
que las favorecen.
2. La destrucción de la
institucionalidad agropecuaria. Si el país no genera tecnología propia es
porque al ICA se le destruyó la posibilidad de hacerlo. Solamente generando
tecnología adecuada para cada ecosistema y forma de producción, como lo hace
Vietnam, es posible avanzar. Si Colombia está sometida a los precios que las
trasnacionales imponen a los fertilizantes y otros insumos es porque abandonó
totalmente el fomento de la industria de insumos y empresas como Ferticol
languidecen mientras el agro necesita que se revitalice. Nuestra agricultura se
duele porque no tiene una poderosa institución de crédito agropecuario y muchos
campesinos y otros agricultores tienen que endeudarse con los proveedores de
insumos pagando altos intereses. No existe un servicio estatal para planificar
y orientar el mercadeo agropecuario y garantizar precios mínimos o de
sustentación.
3. La financiarización de la
economía. La política económica ha fortalecido la especulación financiera
sosteniendo altos intereses bancarios, permitiendo que el inversionista
extranjero gane aún más con la revaluación del peso y no con la rentabilidad de
la inversión industrial y agrícola; la apertura a las importaciones y la
ausencia de presupuestos de fomento ha
debilitado la industria y la economía y el sector financiero ha pasado a
ser el más dinámico y fuerte de la economía.
4. El extractivismo. El
debilitamiento del sector productivo se quiere contrarrestar con un crecimiento
acelerado de las explotaciones mineras, petroleras para la exportación, así
como e hidroeléctricas, lo cual deriva región tras región en golpes a los
ecosistemas rurales, a la diversidad cultural y al sector agropecuario. Sin
atender al fortalecimiento de la agricultura y la industria y sin prioridad
para la defensa del medio ambiente, el extractivismo no hace más que reeditar
la economía colonial.
5. El acaparamiento de la tierra.
Más de 16 millones de hectáreas aptas para la agricultura están desperdiciadas
en manos de grandes propietarios, ocasionando que Colombia tenga los precios
más altos de la tierra en toda América latina. Lo que el agricultor tiene que
pagar como arriendo o precio de compra lícita por una buena tierra acaba con la
rentabilidad de la misma. Las grandes empresas acaparando tierras que fueron
adquiridas ilícitamente, violando normas legales y los últimos gobiernos se
dedican a aprobar o tratar de aprobar leyes u otras normas para tratar de
legalizar la apropiación indebida de tierra. En lugar de poner en manos de
agricultores las buenas tierras desperdiciadas se ha generado un acelerado
proceso de despojo o traspaso de tierras ya cultivadas por los campesinos.
¿Será que el gobierno está
dispuesto a revertir estos males? ¿Va a seguir insistiendo en proyectos de ley
que legalizan la apropiación indebida de tierras y su acaparamiento? ¿Va a
parar definitivamente el alud de importaciones agropecuarias? ¿Va insistir en
tratar de impedir que los agricultores reproduzcan sus semillas y en ponerlos a
depender de las semillas de las transnacionales y los paquetes de plaguicidas y
fertilizantes asociados con ellas? ¿Van a insistir los defensores del actual
modelo en negar la viabilidad de la economía campesina?
El paro nacional agrario ha
puesto las cosas en su punto. El campesinado se ha ganado el corazón de los
colombianos que comienzan a entender cuán importante es recuperar la soberanía
alimentaria. El día en que toda Colombia salga pacíficamente, como salió toda
Tunja al cacerolazo del domingo 25 de agosto o como salió toda Ipiales a la
marcha del día siguiente, ese día las cosas van a cambiar. Es lo que tratan de
frustrar la represión, la violencia y el vandalismo. ¡Sólo la movilización
civil pacífica de millones de colombianos cambiará las cosas!
Edición N° 00366 – Semana del 30
de Agosto al 5 de Setiembre de 2013
*Héctor Mondragón es consultor de
ILSA. Este texto fue publicado en la página de la Asociación de Cabildos
Indígenas del Norte del Cauca (ACIN), edición del 30 de Agosto al 5 de
Septiembre de 2013.
Publicado el 09 de septiembre de
2013