jueves, 7 de mayo de 2009

YES, WE CAN... KILL

Hillary Clinton expresa su “profundo pesar” por lo ocurrido; el bombardeo fue “accidental”
Al menos 120 civiles mueren en aldeas afganas por ataque de EU
Tras ofensivas como ésta se dispara el apoyo a la milicia talibán, de acuerdo con sondeos
Es la acción militar con más bajas de pobladores en ocho años de invasión estadunidense
Patrick Cockburn
The Independent

Foto: Reuters




Kabul, 6 de mayo. Un ataque estadunidense, al parecer accidental, mató al menos a 120 afganos, incluidos decenas de niños y mujeres. Se trata del bombardeo más mortífero con víctimas civiles en los ocho años desde que comenzó la invasión encabezada por Estados Unidos en Afganistán.
Familias de dos aldeas en la provincia de Farah, en el oeste de Afganistán, aún buscan cadáveres en las ruinas de sus casas de adobe.

“Mujeres y niños murieron”, aseguró la vocera de la Cruz Roja, Jessica Barry. “Al parecer trataban de refugiarse en sus casas cuando éstas fueron blanco de las bombas”. Sobrevivientes dijeron que el número de muertos con toda seguridad ascenderá, pues continúa el rescate de cadáveres.

El asesinato de tantos civiles afganos debido a un ataque aéreo estadunidense con toda probabilidad enfurecerá a la población, entre la cual se incrementará el apoyo al movimiento talibán en el área bombardeada.

Karzai ordena investigación

El presidente Hamid Karzai, quien se reunió este miércoles en Washington con el presidente estadunidense, Barack Obama, envió a la zona del bombardeo una delegación afgano-estadunidense para investigar el incidente. La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, expresó, mientras estaba de pie junto a Karzai, su “profundo pesar” por lo ocurrido.

Las fuerzas especiales de los marines, en apoyo del ejército afgano, aparentemente ejecutaron un ataque aéreo el martes sobre dos aldeas en el distrito de Bala Baluk, luego de fuertes enfrentamientos con el talibán.

Con frecuencia los reportes de grandes números de bajas civiles son negados o desestimados por funcionarios estadunidenses. Pero un equipo de la Cruz Roja que visitó el lugar tras el ataque sostuvo: “Había cuerpos, tumbas, personas sepultando cadáveres cuando estuvimos ahí”. Barry agregó que un trabajador de la Media Luna Roja murió al igual que 13 miembros de su familia. “Decenas de cadáveres fueron vistos en las dos aldeas a las que fuimos”, añadió la vocera.

Rohul Amin, gobernador de la provincia de Farah, dijo a The Independent que “hay más de 100 muertos”. Los habitantes de las aldeas llevaron 30 cuerpos, entre ellos varios de mujeres y niños, en un camión a la capital provincial para que el gobernador los viera y probar así lo que ocurrió.

El gobierno afgano ha hecho denuncias cada vez más furiosas contra la Fuerza Aérea estadunidense por usar masivamente su poder militar contra afganos civiles. Las fiestas de boda han sido con frecuencia blanco de los bombardeos tanto en Irak como en Afganistán, supuestamente porque estas celebraciones son confundidas con reuniones de rebeldes.

Al parecer, el ataque aéreo sobre Bala Baluk ha sido uno de los más mortíferos ataques “accidentales” contra civiles desde la primera intervención estadunidense en Afganistán, en 2001. El gobierno ha solicitado a los aldeanos no sepultar a los muertos hasta la llegada, este martes, de la comisión investigadora.

Anteriormente, el peor incidente fue un ataque estadunidense sobre Azizabad, en agosto de 2008, cuando en un principio los estadunidenses afirmaron que no murió civil alguno. Investigadores de la Organización de Naciones Unidas concluyeron, en cambio, que 90 civiles afganos fueron asesinados. Una comisión de alto nivel estadunidense admitió más tarde la muerte de 33 civiles afganos en la acción.

Sondeos demuestran que el apoyo al talibán se dispara en provincias afectadas por bombardeos y cada vez que muere gente inocente en ataques.

Los bombardeos del martes fueron precedidos de dos días de combates entre las fuerzas del gobierno afgano apoyadas por Estados Unidos y decenas de rebeldes talibán. Farah es una provincia pobre cuya población es sobre todo de granjeros y donde el talibán ha estado muy activo.

El jefe de la policía provincial, Abdul Gaffar, dijo que tres agentes policiales y 25 combatientes talibán murieron en los enfrentamientos ocurridos cerca de la aldea, en el distrito de Bala Baluk.
Residentes de la zona declararon a las autoridades afganas que habían tratado de resguardar a niños, mujeres y ancianos en complejos amurallados de la aldea de Gerani, a poco más de dos kilómetros de donde tenían lugar los combates, creyendo que así iban a estar a salvo.

Estos complejos fueron el blanco de los ataques aéreos y la mayor parte de las personas que se ocultaba en ellos murió.

Independientemente de que Estados Unidos niegue su responsabilidad o afirme que la cifra de muertos ha sido inflada por la propaganda talibán, el ejército estadunidense seguramente tiene acceso inmediato a los testigos. Esto se debe a que los heridos más graves generalmente son llevados a las unidades médicas de las bases militares estadunidenses. Se desconoce aún si este procedimiento se siguió en Bala Baluk.

Después de los asesinatos en Azizabad del año pasado, se suponía que las fuerzas de Estados Unidos y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) impondrían reglamentos más estrictos para proteger a los civiles de sus ataques.

El comandante en jefe de las tropas estadunidenses en Afganistán, el general David Mckiernan, lanzó una iniciativa en que se ordenaba a los oficiales a considerar la posibilidad de no perseguir a combatientes talibán dentro de zonas densamente pobladas por civiles.

Estados Unidos también se comprometió a investigar bombardeos accidentales con las autoridades afganas y, cuando fuera necesario, emitir excusas inmediatas a las familias de los heridos y los fallecidos.

Según Naciones Unidas, 552 civiles afganos murieron a causa de ataques aéreos el año pasado, pero la cifra verdadera es más difícil de determinar.

© The Independent
Traducción: Gabriela Fonseca

No hay comentarios: